La lluvia caía sobre mi aquella mañana
los pájaros caían en picada por doquier
y la fuente misma de la vida se encontraba
difunta, finiquitada antes del amanecer

del ultraje interno de las almas verdes
quiso la mano amarilla custodiar los sueños
intentaba repetir la plegaria de las mitades
y unir las corbatas para dejar simples moños

excitada esperaste a que la lluvia cesara
y tu virginidad intacta pulió un nuevo día
el viento te acaricio los párpados, la cara
la ultima gota que garúa a tus pechos rocía

y se congela tu mirada, tus sentidos antes marchitados en esta alba se apiadan, ves mas... sentís mas, renovación en llamas, ya no hay tormenta en la cuidad y podes volver a casa...

solo cae una lluvia leve y con ella imperceptible te vuelve el alma...